Desarraigo VS Asimilación
Hace tiempo que deseo escribir sobre los dos temas arriba mencionados.
God bless America, land where I live!
Una ventana abierta al cambiante mundo y el esfuerzo por tratar de ajustarse a esa realidad fugaz, a la que llamamos Vida
No es una adivinanza. Cuando estudiaba el bachillerato en una escuela privada -Colegio La Luz en el Vedado-, la maestra de literatura nos hizo leer las Coplas de Manrique (aquellas famosas de "recuerde el alma dormida....y nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar que es el morir.....") entonces no pensaba en mi mortalidad. Hace cinco años cuando me diagnosticaron Diabetes Mellitus del tipo 2, me cayó una depre y me convertí durante dos años en un "Health freak" al decir de Lourdes una trabajadora social que laboraba en la misma agencia. Bajé de peso en tanto varié la dieta (cero azúcar, pocos carbohidratos) y caminaba dos veces al día y por ende los niveles de glucosa bajaron. Entonces todo regresó a la normalidad pues sabía que no me iba a morir de un coma diabético.
Hoy no vamos a hablar de las rarezas de vivir en un Condominio, ni de las curiosidades de mi vecindario. Mucho menos de los aprietos y desventuras de un profesional luego que se jubila y encuentra que el tiempo libre es agotador y la bolsa chica es amarga. Ni tampoco de las frustraciones de un aspirante a escritor, rechazado durante los últimos años por algunas editoriales. No, hoy un desconocido me ha enviado un correo electrónico con un video del circo de la política de Miami.
Para los escasos y fieles lectores de este humilde blog, esta semana
Me basta con caminar unos pasos y me veo rodeado de bancos exóticos de Venezuela, España, Puerto Rico, China e incluso de Israel. Estoy en el distrito financiero de Brickell, un área llamada la Manhattan de Miami, por los enormes edificios, las anchas avenidas, los empleados con sus ternos o trajes y corbatas a colores llevando voluminosos maletines con la ¿merienda? o las tareas de la universidad. Sobre todo mucha gente joven. Muchachas con vestidos de coctel, luciendo bellas piernas en zapatos de tacones. Todo un ambiente de película hollywoodense en pleno corazón del subtropical casco de Miami. A lo lejos se vislumbra las edificaciones del centro de la ciudad (downtown) recién naciendo a ese dilema de agotar el espacio en lastres de hierro y hormigón. Claro a veces ocurren accidentes. Las grúas se desploman inertes ante tanta altura y hay uno que otro muertecito, pero todo en aras al progreso. Estamos ya en el Siglo 21.