Definiciones

                                              Sacsahuamán, Perú

   Ante las imponentes piedras de la fortaleza incaica, vengo con humildad a definirme.
Mi credo debe ser más o menos así.

1. No creer en las promesas de los políticos, ni de derechas, ni de izquierdas...
2. No creer en las promesas de los patronos, dueños de negocios, etc.
3. No creer en las religiones, todas solo aspiran a tu nada espiritual chequera.
4. No creer en el vecino que te sonríe, no le des la espalda.
5. Solamente ten fe en tí.

  Bastante antisocial mi credo.

   Si lo aplico a la realidad norteamericana no creo wn ninguna de la docena de candidatos. Sí, ahí están relegados a la silenciosa derrota los verdes, los libertarios, algunos socialistas, los del movimiento por la paz, los ocupy Wall Street, etec, etc, etc. Ninguno va a salvar el país. El capitalismo norteamericano tiene propiedades de un corcho: siempre sale a flote sin importar quien juega a las damas en la Casa Blanca. Da igual Obama que Romney. Ninguno te va a resolver tu problema. Claro el dilema es por quién voto. Esta vez desperdicié mi voto marcando al Presi. La próxima vez votaré en los Write Ins (columna en blanco) por mi mismo. Con el reto de ver si llego a una docena de votos.
¿Qué piensan mis mudos lectores?

Domingo, ganó ayer  el Barca, perdieron los Gators de la Universidad de la Florida, y los Gigantes de San Francisco ganaron su tercer juego en la Serie Mundial de Béisbol: hoy pudiera jugarse el partido definitorio. Razones para reír o llorar. Who knows?
Wesbri

El año del jenjibre

  Para los chinos este año es el del dragón, la cucarachita Martina o la pantera rosa,
no lo sé bien pues no soy experto en cuestiones chinescas. Para mí este año es el del jenjibre. Un producto rico en manganeso (¿¿¿???). O sea la piedra filosofal, el manantial por el que dio la vida el aguerrido Ponce de León en los pantanos floridanos, para que resuene bien la cacofonía, la droga milagrosa que cada mañana me hace disfrutar el placer de la defecación torrencial. Pues, amigos confieso que a los 70 años había desarrollado eso que denominan estreñimiento, ese pujar hasta hacerte sangrar para expulsar los desechos del festín del día anterior. Pero, Eureka, medio vaso de té de jenjibre mezclado con té normal, ha sido todo, he ahí el secreto de mi recién descubierta felicidad anal. ¡Puedo cagar sin dolor, sin miedo a protuberancias hemorroidales, como el calor que decía mi difunto abuelo villaclareño!
Por eso en un lenguaje prosaico, nada literario les recomiendo la terapia del jenjibre: baja de peso cagando feliz. Lo cual no es un tema piblicitario alegre, ni aceptable, pero sí realista.
Los dejo con el deseo en los labios de saborear el té milagroso, no perdáis tiempo, corred al super a comprarlo y disfruta sentado ls delicias de una buena cagada.
Un  miércoles nublado, con las tripas limpiecitas.
Wesbri

Con tarjeta y sin tarjeta

                                   El Vedado, La habana, Cuba

   El gallinero está en su mejor apogeo. En la calle 8 en Miami, en la Rampa en la Habana, en la Puerta del Sol en Madrid, solamente se habla, se vocifera, se discute, con manotazos al aire, cual Quijote luchando contra enemigos invisibles, sobre la nueva ley cubana que elimina la fatídica y nunca adorada tarjeta de permiso de salida, o tarjeta blanca a partir de enero del 2013.
En Miami el Herald habla de "euforia" entre los cubanos, pero de "preocupación" entre los países vecinos de la isla que esperan una invasión de cubanos sin recursos, con pasaportes, y sin tarjetas blancas, vagando por Centroamérica, las islas caribeñas, etc.
    ¿Creen los hermanos Castro que un nuevo éxodo masivo les va a dar oxígeno para subsistir un decenio más?
   ¿Es una medida para acallar a la oposición, dividir a los cubanos entre los "leales" que pueden entrar y salir de la isla, y los "indeseables" quienes carecerán de semejante derecho?
   Unos hablan de números en la economía, otros de aislamiento de la pequeña y aguerrida oposición interna,
   ¿Cuál será el efecto producido por semejante ley? Todavía es temprano para predecir. Esperemos con calma antes de emitir un juicio "a priori".
  Un jueves lluvioso en Miami.
Wesbri

La verdad en las ruinas

                                                       Estatua de Juana de Arco en París.


   Aunque nací en una clínica en la calle Reina casi esquina a Belascoaín, mi barrio fue el Vedado. Me eduqué en el Colegio La Luz en M y 25. Y viví decenios en la barriada de la Rampa. Por eso me dolió un documental sobre el barrio made in Cuba y exhibido por un canal televisivo local anoche.
  Todo tiene un tiempo de florecer y otro de padecer. Pero esto de dejar un país al desgaste de la erosión de los siglos -como diría Caín- duele doblemente.
  La verdad está en las ruinas. El sistema cubano ha fracasado como el socialismo mundial, aunque todavía hay ilusos hispanoamericanos que creen en la paja mental del socialismo del siglo 21. Cada cual tiene derecho a pensar lo que quiera, pero no a imponer sus detritus neuronales a los demás. Socialismo nunca ha podido resolver el problema de la miseria, tampoco el neoliberalismo económico. No hay soluciones sociales, sino individuales. Perdonad mi pesimismo, pero ya con 70 años no se vive de ilusiones vanas, sino de hechos reales.
Hasta aquí esta breve nota, Lástima de barrio, lástima de país, lástima de socialismo de pacotilla.
Wesbri
un lunes pluvioso sin deseos de salir de la cueva...

Elecciones en Venezuela, Puerto Rico, España, USA

Elecciones por todas partes.
Es como una enfermedad contagiosa, aunque benigna. Quizás saludable pues crea anticuerpos contra las dictaduras de derecha o de izquierda. Para el caso son la misma mierda, violación de los derechos humanos comprendidos.
En Venezuela, mañana domingo, se juega el destino del país. Si seguir la senda cubana y acabar en
un país de miseria y por ende de miserables, o retornar, cual hijo pródigo, a eso que llamamos "democracia representativa". Nunca he sabido a quién representa, o quienes somos los representados, pero que nos otorga el privilegio de poder expresar la bazofia que corre por nuestras neuronas sin temor a represalias de ninguna índole. Eso hace que prefiera la democracia, aunque tenga mis dudas sobre la representatividad de un Mitt Romney quien devenga 20 millones al año y la de un pordiosero que vive de la misericordia de los vecinos. ¿Unos tienen más representación que otros? ¿O las cuentas bancarias indican el grado de representatividad?
 Sea como sea, me siento dichoso de vivir en una "democracia" bipartidista, en la cual me puedo defecar verbalmente en los políticos sin temor a "un paseíto" a los dos de la madrugada.

Un Viva por la Democracia Representada o no. Y Dios quiera que no corra la sangre en Venezuela. Que todo marche bien, aunque es inevitable uno que otro sopapo, y quizás hasta un par de muertitos.
¡Qué gane el mejor representado!
Pasen un feliz fin de semana.
Wesbri