A veces segundos platos son buenos
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Por eso este libro autobiográfico me ha llevado a leer dos de las novelas digamos "censuradas por le policía cultural cubana" en la década de los años 60: "La casa verde" y "Conversación en la Catedral". Nunca es tarde si es una buena lectura.
A un amigo guitarrista, le pasó algo similar con Los Beattles. Prohibidos en Cuba, al llegar a Miami acaparó cuanta cosa tenía el nombre del conjunto inglés: libros, cedés, dvds, pelñiculas, canciones.. toda una parafernalia veinte años después que el conjunto hubiera desaparecido y hasta uno de sus integrantes ya fallecido.
Son las pequeñas historias de la vida bajo el "modelo cubano de Fidel Castro" que nadie comenta. No solamente nos robaron la juventud si no que nos aislaron del mundo y nos prohibieron leer y escuchar música. Yo me enteré que un norteamericano había llegado a la Luna en la biblioteca de la Alliance Francaise de La Habana en una revista Paris Match. Imagínense que el 99% de mis coteráneos nunca se enteraría de ello. Únicamente lo aprobado por la censura. Por eso somos, los cubanos de mi generación, algo extraños con mucha nostalgia y una pata en el pasado y la otra en el presente en una ejercicio circense que promueve carcajadas en el mundo.
Basta de descarga para un lunes-
Para terminar. No se quemó ni un Corán, pero sí se quemaron banderas norteamericanas ante el silencio cómplice de la prensa iberoamericana, y europea. ¡Vaya con estos aliados! ¡No te fíes de ellos!
Wesbri
Etiquetas: censura, los 60, Vargas Llosa
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