Una ventana abierta al cambiante mundo y el esfuerzo por tratar de ajustarse a esa realidad fugaz, a la que llamamos Vida

viernes, agosto 27, 2010

Deseados e indeseados: la hipocresía oficial

Lancha rápida de los guardacostas de EEUU persiguiendo pateras y botes con inmigrantes ilegales.

Las monedas tienen dos caras y hay que analizar un hecho desde varias perspectivas. Existe una inmigración deseada: integrada por millonarios inversionistas que reciben visas sin límites de tiempo y hasta residencias, y por los científicos y técnicos de países tercermundistas. El mensaje del ICE es si tienes plata o eres un genio tienes tus puertas abiertas y eres bienvenido a EEUU.
Pero qué pasa con los pobres que vienen sin chavos, fulas, pesetas, euros o pesos a buscar trabajo como mano de obra no calificada. Para esos se crean las leyes tipo Arizona, son los inmigrantes indeseados. La soga siempre rompe por lo más débil. Ellos son los discriminados los expulsados, los apresados, multados y deportados. Vivo en una comunidad de clase media alta, repleta de centro, sur americanos. No he visto en los años que vivo aquí una redada del ICE. Mis vecinos argentinos, venezolanos, mexicanos, chilenos, uruguayos, mexicanos, dominicanos son propietarios -como yo- de condominios. Algunos con valores entre medio millón y varios millones de dólares. Para ellos la alfombra roja. Esa es la hipócrita cara de la inmigración. Tanto tienes, tanto vales. O como decimos aquí Got money, will travel. Si tienes plata vas a llegar lejos.
Si no, te esperan los sherrifs de Arizona con los uniformes rosaditos y la patadita en el culito.

Bueno, la sociedad es hipócrita, y nadie la va a cambiar. La justicia social es un sueño de adolescentes ilusos. A mis 68 años no crea que la sociedad mejore. Reconozco mi pesimismo. Vale por un viernes. Quisiera ser positivo , pero no veo razones evidentes para serlo.

Feliz viernes, lectores.
Vale
Wesbri

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1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Iba a hacer un comentario sobre la matanza de indocumentados por los narcos mexicanos en San Fernando, Tamaulipas, pero al enterarme que los dos detectives encargados de investigar el caso desaparecieron y se presumen muertos, he decidido callarme la boca. Estoy viejo pero quiero vivir un par de años más.

3:18 a. m.

 

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