Una ventana abierta al cambiante mundo y el esfuerzo por tratar de ajustarse a esa realidad fugaz, a la que llamamos Vida

lunes, noviembre 23, 2009

Ciegos, cegatos y afines


El tema de los ciegos y los no ciegos no es nuevo en la literatura. Carlos Loverira, el cubano publicó en 1922 en La Habana una novela de tesis con ese título Los ciegos . Claro que de la misma se hizo una sola edición la que es conocida por un puñado de estudiosos de la literatura cubana. Yo tuve la suerte de escribir y defender mi tesis de grado sobre Carlos Loveira en 1976. Desde entonces han pasado numerosos huracanes por el Caribe. La tesis del cubano estipulaba en el lenguaje misterioso de esos años que tanto los capitalistas como los bolcheviques eran ciegos y que el mundo debía ser regido por quienes como el héroe o antihéroe de la novela habían militado en ambos bandos, o sea, los tuertos deberían gobernar. Loveira continúa siendo poco conocido y su obra se cita más de lo que se lee.
Acabo la lectura de Ensayo sobre la ceguera de José SaramagoPremio Nobel de Literatura en 1998. La novela termina con la siguiente afirmación acerca de quines no quieren VER.

´¨Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos. Ciegos que ven, ciegos que viendo, no ven´´

Y esa ceguera va a llevar al mundo al caos, a la extinción. La diferencia del cubano estaba en que la cualidad de ciego era ímplicita con la ideología que se tenía. La del portugués abarca a toda la humanidad. O cambianos o vamos al abismo de la ceguera.
Valió la pena dedicar varios días a la lectura de la obra de Saramago.
Y usted, ¿qué cree?
¿tenemos que cambiar?
Vale por un lunes de madrugada ...
Wesbri

PD. Retorno a recomendarle la lectura de la novela. Saramago acaba de sacar Caín que ya es un éxito de ventas en España. Si vive en Miami, la puede leer -me refiero al Ensayo sobre la ceguera, para la otra obra hemos de esperar unos meses- en la biblioteca pública en caso de que quiera ahorrarse unas pesetas en tiempo de crisis. Nunca está de más. Vale por ahora hasta que la próxima idea se asome a mi sexagenario cerebro.
Vale. Wesbri a la 7 am hora del este.

Addendum. 3 pm
Una de las escenas claves en la novela de Saramago es cuando el oculista ciego y su esposa vidente entran en una iglesia repleta de refugiados ciegos. La mujer murmura que los santos tienen vendas blanas sobre los ojos y ello provoca el pánico. Todos los ciegos tratan de salir al mismo tiempo y algunos son golpeados hasta la muerte por los que vienen detrás. Entonces la mujer vidente y su esposo médico recogen los pocos comestibles que hay y se largan. La mujer que es la única vidente y ayuda a los demás -altruismo- se ve precisada a matar a su violador y a robar para comer. Todo provocado por las circunstancias sociales existentes. Un pasaje que requiere un estudio más profunda. Nada de héroes positivos. Ortega y Gasset tenía razón.
Vale

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domingo, noviembre 15, 2009

El poder de la literatura

Plaza del Rossio, Lisboa
Teatro Nacional, Lisboa

Arco que conduce a la plaza de comercio en Lisboa.
El poder de una buena novela está en sumergirte en el ambiente que el autor describe. Eso me ha pasado con la novela de Saramago -El año de la muerte de Ricardo Reis- que luego de una breve visita de varios días a Portugal tengo en la mente las imágenes de muchos de los lugares que el autor describe. No soy buen crítico literario. En Cuba me acusaban de citar libremente a los autores sin las debillas comillas. Ya sabéis a lo que me refiero. Por eso no voy a hablar de la novela. Solamente un comentario negativo acerca de las disgresiones sobre la guerra en Abisimia y el comienzo de la guerra civil en España. Al principio fueron interesantes, luego monótonas y al final acabaron por ser una molestia y reconozco que me saltaba esas páginas que poco aportaban a la trama del libro. Soy un lector y por ende escritor anticuado, americanizado, para quien el conflicto enmarcado en el epos narrativo es lo fundamental. Mi estética se basa en personajes psicológicamente bien estructurados en un conflicto o drama real, irreal, inverosímil, creíble o no.
Pero estaba hablando del efecto de conocer la toponimia de una ciudad oara poder gozar mejor una novela. Creo que ahora entiendo mejor a Saramago a quien desdeñé durante decenios. Confieso que tengo un retraso de 20 años con respecto al autor. La novela en cuestión fue publicada por Seix'Barral creo que en 1985. Acababa de llegar a Miami y no tenía entonces pesetas, cuartos, chavos, yiria para botar en la compra de novelas. Pido perdón por mi sinceridad. Un cuarto de siglo después, jubilado, o sea con dos cheques seguros cada mes -el seguro social y la pensión de la Iglesia Católica, laboré varios años como trabajador social para la Arquidiócesis de Miami- y con tiempo libre, me doy el lujo de inventarme un seminario Saeamaguense -en mi teclado inglés no tengo diéresis- ahora a buscar la siguiente novela del portugués.
Para despedirme,
Reclamamos libertad para los blogeros cubanos. Que escriban libremente lo que piensan. A firmar protestas y reclamar ese espacio para ellos.
Vale
Estoy aún desayunando...
Wesbri

Nota breve. A los interesados pueden navegar al Web site de Saramago en

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lunes, noviembre 09, 2009

Luchando contra la intolerancia

No hay fotos hoy.
Vuelta a mis comentarios egoístas sobre mi vida y el envejecimiento que combato con vitaminas, vino tinto y pan francés. Pero sobre todo leyendo y escribiendo aunque ¨nunca nadie podrá leer mis obras´ obra y gracia de los rechazos de las editoriales. Pero bueno es hora de calmar mi Gran Ego y dejar que las cosas pasen como se dice en Cuba ´´que me resbalen como el quimbombo ´´. El asunto de hoy es serio. Me voy a abrir como un japonés que se abre el estómago con un hara-kiri. He demorado la lectura de las novelas de José Saramago debido a su militancia comunista y su apoyo al viejito octogenario de La Habana. Basta ya he dicho. Es hora de abofetear a mi Ego, de humillarme ante el talento ajeno y de hincar los pobrecillos dientecitos míos en la carne de la obra del portugués. He ido como un masoquista hasta la biblioteca de Coral Gables a tomar prestado El año de la muerte de Ricardo Reis y La caverna. Confieso que estuve tentado de escribir La Taberna. Pero esto es serio. Prometo ser tolerante en un Miami lleno de intolerancia. Prometo leerme a los escritores que difieran ideológicamente de mis opiniones. Prometo callarme el Ego y aceptar que vivimos en un mundo globalizado, diverso, cambiante y sobre todo que es el único que tenemos. Aparte de que el vaticinio de los Mayas es que terminaremos cocinados por una bola de fuego en el doce de diciembre del 2012. No me río aunque no me falten deseos. Prometo oír sin reírme los disparates ajenos. Prometo ser un hombre diferente en estos meses que me faltan antes del 12-12-2012. Y ahora a sumergirme en la vida de una Lisboa a la cual acabo de visitar.
Vale y hasta la próxima.
Wesbri

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