Una ventana abierta al cambiante mundo y el esfuerzo por tratar de ajustarse a esa realidad fugaz, a la que llamamos Vida

sábado, julio 16, 2011

La saga Casey


Esta noche a las doce en punto, deberá salir libre de la cárcel la infame Casey Marie Anthony. Presunta asesina de su hija de dos años a la cual un jurado de doce la encontró No Culpable. La gente disgustada, bueno, ya estoy ronco de gritar que el sistema de jurado es una MIERDA, pues colocan a doce burros en la tarima a dirimir cuestiones legales y forensicos a la cual no están capacitados para emitir juicios. Los resultados son obvios Miles de inocentes condenados injustamente, miles de criminales libres por las calles de los EEUU. Hay que cambiar el sistema judicial de este país.
Ahora se nos viene encima la docena de acusaciones y querrellas que ocuparán los juzgados si Casey debe pagar a la policiía por el dinero gastado en el caso, si debe abonar los gastos de los voluntarios de Texas que vinieron a la Florida a buscar a la hija, ya muerta a sabiendas de ella y su abogado, ETC ETC ETC Hasta un delincuente preso en la cárcel de Carolina del Norte demanda que le hagan prueba de paternidad para acusarla de qué coño. Va a ser el padre de la niña muerta por larga distancia. Esta sociedad gira alrededor del dinero. Si le ofrecen un MILLÓN de dólares por la entrevista a una asesina de niños... Si pagan tanto por un comentario...
Ahora se empieza a hablar de su seguridad, si amenzas de muerte, si se larga de la Florida. Ya el Dr Drew Pinski, médico especialista en drgadicción, pero que tiene un show en TV que le debe dar más que la consuta está recibiendo correos electrónicos y tweets para que hable de otra cosa. Es hora de ponerle punto final a este vergonzoso asunto.
Espero que mañana domingo sea la última vez que oiga hablar de la narcisista y egoísta Cayse Marie Anthony.
¡Qué Dios te perdone!
Wesbri

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viernes, junio 03, 2011

Envejecer esa mala palabra


El martes pasado me tocaba servir como jurado en un caso criminal. Bueno, no precisamente
servir sino ser parte de unos 40 de donde saldrían los miembros del jurado. El abogado defensor,
un gordo gritón con cara de bodeguero, y atuendo desaliñado nos preguntaba de cual fuente teníamos las noticias. Aparentemente ver los noticieros locales, era una señal para no ser electos. Demasiada exposición a la violencia criminal. Ahora viene la segunda pregunta. ¿hobbies?
Cuando le dije que escribir mi blog Los temidos 60 empezó a averiguar más con preguntas. Al responderle que era un diarios del proceso de envejecimiento, hizo una muestra de disgusto, este
señor de 50 años no quería saber nada de ese mal que llamamos envejecer.
Muchos norteamericanos idolatran la juventud y sienten pavor ante la vejez. ¿Por la cercanía de la muerte? ¿por las enfermedades de la vejez? Por todo lo anterior, por suerte no fui electo jurado. Y a mi edad es poco probable que me vuelvan a llamar. Estadísticamente, en 27 años de residencia en los EEUU solamente me han llamado dos veces. Nunca me han escogido. Mis canas aterran a los abogados de la defensa, mi presión alta los torna belicosos, mi nivel de glucosa les resulta insoportable. Al menos la juez nos dio una charla sobre la justicia en este país, y el sacrificio de ser jurado.
Fuu, dije al salir a la calle a eso de las seis de la tarde, libre como un pichón, alegre como una urraca, feliz de no haber condenado a nadie, pronunciando su culpabilidad.
Puedo dormir tranquilo.
Wesbri

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