Cambio de hora en España hoy, en Miami el día 7

Somos parecidos, pero no lo somos. Cambiamos la hora en distintas semanas e incluso meses, pero lo hacemos. Hablamos con acento, usamos neologismos, y algunos tercos afirman que no nos entienden cuando llenamos los pliegos enviados a concurso con regionalismos. ¿Ha pasado la era de lo autóctono? ¿Hemos entrado en la escritura globalizada? Como el resto de nuestras acciones. Podemos ver la TV catalana, leer los diarios madrileños, hojear el Granma habanero, todo desde la comodidad de mi ordenador portátil. La pregunta reside en cómo adaptarnos los noveles escritores a ese pluralismo ecológico, a ese globalismo que elimina diferencias y nos va haciendo iguales, a comer la misma bazofia, a ver los mismos telediarios solamente cambian las caras que leen los teleprompters.

Ser menos local, ser más universal. Eso se lo tengo que decir a los canales latinos de Miami, que ofrecen a veces como gran noticia lo que los norteamericanos ignoran, y viceversa. Cuando escuché hablar del Tea Party en un canal hispano, ya hacía meses que era mención obligada en todos los canales en inglés.

¿Quiénes determinan lo que es noticia o no lo es? Me pregunto cada día.

¿Quiénes determinan lo que se publica de lo no potable?

¿Quiénes controlan el cuarto poder?

Con esas incógnitas domingueras los dejo para que usen el cerebro y encuentren el meollo a la sociedad postmodernista. Para algunos pues junto a la misma hay millones de hombres, mujeres y niños que viven en el feudalismo y el atraso económico.

Basta de tragedias. Pasen un bello domingo sin foto este viaje.

Wesbri