La boda del año

Confieso que estuve tentado a esribir la boda del Ano, pero me contuve por respeto a la octagenaria duquesa. En España la boda ha sido el acontecimiento del año, en Estados Unidos ha pasado inadvertido. Para nosotros la noticia del momento es el juicio al médico que administró la dosis fatal de propofol que mató al legendario Michael Jackson. En América latina la noticia fue recibido con sonrisas malévolas, y en Puerto Rico se rieron de la dama bailando la Rumba. Abiertamente, la enfocaron como una señora que muestra señales de senilidad.

Aunque estudié una maestría en psicología no me atrevo a diagnosticar a larga distancia como la Comay en Puerto Rico.

Confieso, eso sí, que admiro la tenacidad y la perseverancia de la XVIII Duquesa de Alba, la persona con más títulos de nobleza en el mundo. Admiro su desenvoltura. La única crítica a su entorno por no controlar mejor las escapadas irreverentes de la dama, o mejor dicho, la maja, ¿vestida?

Enhorabuena, duquesa, disfrute lo que le quede de vida junto a su tercer marido.

Desde Miami, a los seis días de octubre del 2011.

Wesbri