Acerca del peligro del ejercicio y otros detalles

Todo el mundo desde la pasada en libras Oprah Winfrey hasta el delgaducho Dr Oz, en este país se nos restriega en la cara que estamos gordos por falta de ejercicio y por ingerir comida basura. Léase hamburguesas, perros calientes, patatas fritas, y otras delicias de infantes. Pero lo que ocultan es que no todo el mundo puede ejercitarse . Eso lo aprendí desde que me diagosticaron primero Diabetes Tipo 2 y luego modificaron el diagnóstico por algo más vago como Intolerancia a la Insulina. El caso es que si nado en la piscina mi nivel de glucosa baja.

Por ejemplo, ayer acompañé a mi esposa al dentista a un cuarto piso de un edificio en el cual solamente operaba un elevador con carga máxima de 12 personas. El hecho sencillo fue que decidimos utilizar las escaleras para no esperar a que el caos organizado de viejos desdentados y enfermizos, casi todos blandían orgullosos el bastón de alguna orden militar misteriosa, fuese bajando poco a poco. Resultado: al llegar a casa mi nivel de glucosa en la sangre arrojaba la magra cifra de 57. Mi cerebro amenazaba con cerrar toda actividad y entrar en un sueño peligroso, mi corazón latía a desgano, mi temperatura corporal había descendido un grado o algo parecido. Total que tuve que ingerir agua y tres galleticas de dulce para lograr salir de la crisis que solamente se resolvió luego del almuerzo.

Hacer ejercicios por la libre es peligroso.

Otro asunto ahora resulta que no hay pruebas concluyentes de que utilizar teléfonos celulares aumente el riesgo de cáncer cerebral. Diz que dejaron fuera de los estudios a los adolescentes. Aunque sí coinciden que usarlo más de dos horas al día es dañino. Pónganse de acuerdo.

Que pasen un bonito martes de mayo.

Wesbri