La interminable búsqueda de la felicidad

La revista Newsweek del 25 de septiembre de este año, ofrece un reportaje de Julia Baird acerca de la felicidad cuya búsqueda obsesiva se ha convertido en la razón de ser de los norteamericanos. Ella se pregunta si esa deseo interminable de ser feliz a toda costa no nos ha hecho miserables si nos comparamos con los europeos, especialmente los italianos. La contradicción está y copia sus palabras -mientras más abiertamente hemos estudiado y perseguido la felicidad, nos hemos hecho más infelices- hasta aquí la cita. En los EEUU se publicaron cerca de 4000 títulos dedicado en cierta manera a la felicidad. La ofensiva publicista comenzó con el clásico The power of positive thinking de Norman Vincent hasta el ya famoso libro del 2007 The secret de Rhonda Byrne.
Acaba de salir un libro crítico a tanta parlanchinada de pensamiento positivo, la autora Barbara Ehrenreich, el título Bright Sided. How relentless promotion of positive thinking has undermined America. La autora califica a la teoría de pensar positivo una delusión de masas. Y plantea ´entrenar a nuestros cerebros a pasar por alto los problemas y echarnos la culpa de nuestros fracasos nos ha cegado ante la falta de igualdad, la incompetencia y la estupidez´´.
Ya Jean Paul Sartre hablaba en los cincuenta -hace sesenta años- del coeficiente de adversidad, o sea los obstáculos que la sociedad nos pone ante nuestros planes o sueños y que contribuyen a nuestros fracasos. Y a la frustración. Los norteamericanos temen a la frustración pues no saben cómo combatirla o no ser con alcohol, drogas, sexo y violencia.
Estudios recientes insinuan que la riqueza influye en la felicidad pero no los hijos. Así que la moraleja es HAGA MAS DINERO Y TENGA MENOS HIJOS.
Por mi parte, ya reservé una copia del libro en la biblioteca pública y para sorpresa mía no soy el único interesado en él. Tengo el ocho en la fila para leerlo. Antes me iré de vacaciones a España y Portugal. Espero que dentro de dos semanas cuando retorne ya esté listo el libro para que lo pueda recoger. A mis críticos no tengo intención de invertir 30 dólares en un libro en tiempos de incertidumbre financiera y social.
Wesbri