La tinta
Primero fue la tinta de la impresora que se acabó sin avisar. Luego las trabas para encargarla por la Internet. Si no era la palabra correcta, si no existía mi dirección electrónica, luego ingresar un nuevo número de tarjeta de crédito pues la anterior había sido borrada de Staples a quienes compro papel y cartuchos de tinta con asuididad. Ahora eran la fotos que no subían a la página del blog. En fin ha sido un día de dolorcitos de cabeza, pero como estoy jubilado no tengo otra cosa en qué pensar y me ahogo en un vasito de zumo de naranjas. Ahora, gracias a la Virgen de Fátima todo se ha arreglado. Y la menciono pues el mes que viene mi esposa y yo nos iremos unos días a Portugal y le rendiremos honores a la Virgen en Fátima. Gracias que mi minúsculo mundillo regresó a la normalidad.
A dejar reposar la neurosis por unos minutos.
Wesbri
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio