Casualidad versus Causalidad
No se trata de una discusión filosófica, si no de una visión del mundo. Al parecer quisiera hacerme la idea de que hubo un lector desconocido que vio la fotografía de la fuente "los tres choritos" seca sin ese contínuo caer del líquido transparente sobre la tarde calurosa de la ciudad y corrigió el defecto. Causalidad. Quiero ser optimista y pensar que tengo lectores silentes que me esperan cada día ocultos en la sonrisa de sus preocupaciones para esperar las sandeces que un señor sexagenario destila en la pantallita del ordenador. Alguien me leyó y llamó a la ciudad de Miami para que conectaran el motor de la fuente. Pero también la duda pesimista, Casualidad, asoma la fea nariz y me susurra: "estamos en época de sequía, tonto, y hay que ahorrar agua". La fuente es eterna. Tiene su propio tanque y recircula el agua en un lento movimiento perpetuo. Optimista.
Lo cierto queda en que luego de una caminata bajo el inclemente sol subtropical, a ochenta y tantos grados Farenheit, es una delicia acercarse a los tres chorritos y observar el agua pura, cristalina, caer y volver a subir, para caer de nuevo, en ciclos que se asemejan a cada día de nuestras vidas. Dormir, comer, trabajar, soñar...
Y de paso, cuando nadie nos ve, colocar las manos para recibir ese don divino y limpiarnos el sudor pecaminoso de nuestros rostros...
Wesbri
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9:34 a. m.
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