Chapistería a los 70

Un nuevo ciclo comienza hoy. Turno con el cirujano para la preparación al implante del nuevo lente la próxima semana en el ojo izquierdo. Adjunto una foto del lente intraocular. Eso de vivir tanto me coloca en el plano de sufrir el sindrome del coche viejo al que hay que ir cambiando farolas, frenos, motor de arranque, bomba de agua. Por algún lugar se empieza ahora yo poseo un cristalino plástico artificial que me permitirá una visión 20 x 20 a los setenta años. Un tema no muy del agrado de muchos lectores, pero un proceso natural. Por algo se han implantado 50 millones de lentes como el que ya yace en mi ojo derecho.

Padezco , cosa rara, de una doble visión. Un ojo perfecto, el otro defectuoso. Una visión a largo camino intacta, con claridad exquisita; otro míope, nublado. En fin, una tragicomedia a lo Calisteo y Melibea, en este día de los enamorados. Pronto mis dos ojitos estarán a la altura del condominio en que habito. Ni más, ni menos. Entretanto, me como las comas, ingiero los dos puntos en una crónica delicadamente dedicada con cacofonía a mis queridos y fieles lectores que nunca pasan de una docena pero son bienvenidos y respetados por este cegato empedernido.

Feliz día de los enamorados!

Wesbri