Una ventana abierta al cambiante mundo y el esfuerzo por tratar de ajustarse a esa realidad fugaz, a la que llamamos Vida

jueves, junio 25, 2009

Fotos íntimas

Semana de médicos. Ya sabéis es mejor prevenir que lamentar, además el Medicare paga. Es la única ventaja de estar jubilado: servicios gratuitos de salud. El lunes acompañé a mi esposa al gastroenterólogo para la cita preparatoria a una colonoscopía (colonoscopy en English). Yo ya me la hice hace tres años y medio. Resultados negativos. Tripitas lindas y bonitas. Una verdadera lata la preparación. Desde el dí anterior a dieta líquida y tomando purgante tras purgante y corre que te corre al inodoro. Luego el día del evento - en ayunas- con el culo ardiendo de tanto cagar vas asustado, te desnudas, te ponen la bata verde abierta por detrás, te sedan, y cuando estás cayendo en los brazos de Morfeo sientes el equipo que empieza a recorrerte por dentro. La cámara indiscreta fotografiando mis entrañas. Lo único desagradable era que el maldito aparato echaba aire para secar los tejidos intestinales y ofrecer una mejor visión al galeno. Pero yo sentía en mi inconciencia que era un balón que inflaban y pronto iba a reventar. Unos segundos interminables antes de caer en el olvido de la sedación perfecta.
El ser humano es un ente social y superficial. Solamente reconoce su fachada externa. Por eso cuando ya despierto, y eliminados los molestos gases, dicen que alguien había llamado a los bomberos por la explosión que estalló como volcán y liberó a mis tripas del exceso de gases. Cuando, para terminar mi oración anterior, me mostraron las fotos a todo color de mi intimidad, sentí algo novedoso. El concepto de mi verdadera identidad: soy un montón de tripas además de una cabeza cana. Ortega y Gasset lo que realmente dijo fue "yo soy yo más mis tripas". Tripas y órganos que deben funcionar correctamente para que mis neuronas puedan emitir NT (neuro transmisores) y pueda escribir estas tonterías mías. Mis fotos íntimas están celosamente selladas en mi expediente clínico. No creo que ningún paparazzo esté interesado en ellas. Lamento que mi doctor no me haya dado permiso para mostrarlas en público. Así les regalo la imagen de mi yo-fachado no del yo-intimista. Sé que mis tripas existen escondidas tras la fachada de hombre bonachón, y a veces burlón con que me exhibo en el planeta.
A todos los entripados y destripados, solamente os digo ¡Haced de tripas, corazón!

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2 comentarios:

Blogger Morgana ha dicho...

Jajajja...que sentido del humor...no he podido no reirme con tu relato.
Bueno, al menos son buenas tripas!!

Un saludo!

1:30 a. m.

 
Blogger Unknown ha dicho...

Moraleja.
Después de los 50 hay que revisarse las tripitas al menos cada 10 años para detectar el cáncer de colón a tiempo.

5:05 a. m.

 

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