Reflexiones del compay Wesbri

Escuché parte del discurso de ayer del general Raúl Castro Ruz. Lo que la televisión de Miami exhibió en el Canal 41, serían unos cinco minutos del discurso que esta mañana leí un resumen en el Miami Herald de media página. Por lo poco que pudo aprehender se avecinan tiempos difíciles y un verano caliente, como en el añ0 1994. ¿cuáles son las opciones que tienen los cubanos? Callarse la boca, quejarte inútilmente, los más jóvenes escapar de la desesperanza en un mar interno de alcohol, o en una balsa hacia el capitalismo al cual algunos -con sus malas aprendidas artes del resolver y la mala disciplina laboral- no se adaptan y cometen delitos punibles con cárcel y una deportación que no se realiza pues Cuba no acepta si no una cantidad pequeña de deportaciones desde USA.
La conclusión unánime que todos hemos llegado en Miami es que ya el Socialismo no es capaz de resolver la situación económica del país. El sistema ha fracasado y hay que hacer cambios profundos en la agricultura y en la construcción. Cambios económicos a los que el vejete decrépito se ha estado oponiendo durante los últimos 50 años. O sea, en la realidad todo va a seguir igual excepto que se avecina una nueva ola de balseros a un Miami en crisis cuya población disminuye pues una parte de la población joven está emigrando hacia el centro de la Florida (Orlando donde hay trabajo en hoteles y parques de diversiones) y algunos retirados se marchan a las Carolinas (South and North Carolina) donde las viviendas son más baratas al igual que el costo de la vida.
¿Resistirá Miami esta nueva invasión de cubanos sin destreza en los negocios, ni profesiones liberales?
Los gringos, anglos (los blancos norteamericanos) y los afronorteamericanos son en su mayoría xenófobos. ¿Determinará este influjo masivo de cubanos quién será el próximo presidente de los EEUU, aka Yuma?
Aquel que sea más duro contra los inmigrantes ganará la Casa Blanca. Una incógnita que se resolverá el 4 de noviembre, mientras tanto seguiremos escribiendo de las tonterías que se me ocurran, y sentado esperando el momento que nunca llega...