Fines de semana

Los fines de semana son fatídicos. No hago nada. Bueno ir de compras con mi esposa y ayudarla con las cosas de la casa. No leo, apenas escribo. Y para mí eso es lo fundamental. Lego ergo sum. Algo parecido. ya sabéis que no acepto ninguna filosofía. Un poco a Sartre y a los existencialistas. Tengo mi propia filosofía. La vida se termina con la muerte. No hay otra vida pues la capacidad de ver, oír, hablar, sufrir y actuar es típica de los seres vivos. Si el alma existe -dejemos es posibilidad abierta- es incapaz de sentir nada en tanto es una energía sin control que vaga por el inmenso espacio. No hay cielo ni infierno. Eso sí estudié un semestre de Cosmología en la universidad y nuestro universo está siempre en completa renovación: estrellas nacen, otras mueren y su material cósmico se esparce por el universo (se recicla, al decir de los físicos) para formar nuevos mundos. Nuestro Sol es un astro de tercera generación, ni siquiera es la materia original que Dios creó. Todos somos reciclados, y nos creemos que Dios nos pertenece. ¿Ingenuidad?, ¿Ignorancia?, ¿vagancia? Es mejor recitar como papagayo lo que nos enseña el cura, el rabino o el ayatola...
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