Una ventana abierta al cambiante mundo y el esfuerzo por tratar de ajustarse a esa realidad fugaz, a la que llamamos Vida

sábado, marzo 28, 2009

Sobre pesas y pesos

Al parecer esto de la edad me ha dado por una tendencia a crear cacofonías y trabalenguas. Es como un regreso a la edad infantil, sin preocupaciones de perder el trabajo (ya está perdido en forma de un par de cheques mensuales que cubren mis necesidades básicas). Pero no voy a aburrirlos con otra de esas interminables charlas dobre la economía y el paro que hieden las emisiones de CNN y de TVE sin lograr que nadie entienda nada ni resuelva la crisis. Al decir de los experimentados la crisis se resuelve sola. Con el tiempo y un ganchito.

No hoy una a hablar de un método científico que he descubierto como el burro que soplaba la flauta y se creyó músico. A resultas ser que mi esposa padece la enfermedad de creerse decoradora interior y cada ciertos meses debe cambiar el aspecto del pisito. Como no hay dinero, plata, fula, pesetas o doblones para comprar muebles nuevos pues pintamos y cambiamos las cosas de lugar. Lo que ayer iba a la derecha hoy va a la izquierda. El cuadro del ballet va ahora al closet, y sale otro reluciente de su sueño de polvo y abandono a lucir sus sonrisas de colores. Pues bien luego de dos días de sube y baja escalera para llegar al techo (no al cielo) he perdido una libra de peso (claro para mis lectores europeos, escasos debo decir, eso es una mierda pues no llega al kilo), pero para mí es un gran paso de avance. Hasta voy a escribir un libro y mandarselo a la gordita de Oprah Winfrey para ver si le gusta y me suelta una calderilla. El título de la obra sería Paint ur house and loose ur way. En un bello slang para que el último de los idiotizados norteamericanos lo pueda entender sin necesidad de consultar el Webster. Sube y baja, pinta y despinta, mientras las libritas vuelan hacia la nada.
El método de la brocha y la escalera (no se rían ni piensen que es pronografía) sí una brocha de verdad y una escalera para subir y bajar. La coloca en el exterior de la casa o edificio y así en seco se imagina durante dos o tres horas que esté pintando el edificio-casa-rascacielos y las libritas se van. Una cosa importante, necesitará, eso sí, un certificado de un psiquiatra que estipule que usted está tratando de bajar de peso y no se trata de otro loco más de los millones que habitan este bello y gran país.
Wesbri

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