Florida Gators Campeones

Los cohetes pueden seguir cayendo sobre los kibutz en Israel. La aviación y la artillería puede seguir demoliendo poco a poco a Gaza. Aquí en Miami nadie le presta atención. Ayer se celebró en esta ciudad el campeonato de football universitario entre los "sooners" de la Universidad de Oklahoma y los "gators" de la Universidad de la Florida (en Gainesville, al norte de Orlando) en la cual los "lagartos" resultaron vencedores 24 a 14. Para los de otras ciudades no significa nada. Para los de otros países no saben de qué hablo. Soy fanático de los Gators desde que mi hijo asistió como estudiante a esa universidad. Es algo así como una simbiosis padre-hijo díficil de explicar. Algo que nos une a pesar de las diferencias generacionales. Y uno se apega a lo que nos une con nuestros descendientes para sentir que a pesar de los matrimonios, las paternidades, maternidades, que aquella relación filial-paterna continúa latiendo. Hasta que la parca decida que se acabaron los gritos y las alegrías del deporte norteamericano por excelencia. Miami -a pesar de tener un equipo en Grandes Ligas de béisbol, es una ciudad de football, así lo prueban los 75 000 aficionados que anoche colmaron el estadio para estimular a los vecinos chicos de Gainesville. Nota: todavía se ven algunos trasnochados que no han terminado de celebrar y golpean la corneta del coche en un estruendo matutino que despierta a los dormilones como yo.
Wesbri a las seis y quince de la mañana.