
¡Una meta vencida! Me había propuesto llegar a la céntesima entrada y he aquí que lo he logrado.
Ahora se abre la crisis existencial. ¿Para qué este esfuerzo por mantener abierta esta ventana durante dos años y medio? ¿Valió la pena los minutos perdidos cada mañana ante la fría pantalla del ordenador que a gritos pide una renovación y cuya memoria lleno de fotografías que quizás use para el blog o quizás no? He ahí el dilema. ¿Continuar? ¿No continuar?
Una nueva meta pudiera ser dejar la ventana abierta hasta agosto cuando mi esposa y yo nos vayamos de vacaciones a Sudamérica. Un buen pretexto para no continuarlo (el vocablo "discontinue" afloraba en mi mente. Esto de lidiar con dos idiomas a la vez se las trae).
Lo pensaré.
Ahora a disfrutar del número 100...
Wesbri desde un Miami nublado. Diz que hay un huracancito, Arthur, merodeando por el Caribe como un tiburón hambriento... Número 100...
Imagino que sopesará el coste de mantenerlo vivo. Yo solod ecirle que es un fuerzas placer leerle y espero que le conste que lo hago con asiduedad. de todas formas la vida está en la calle, esto es solo una ventanita que nos abrió a Miami y que yo no sabe cuánto el agradezco!! elija lo que elija, viva con fuerzas y sáquele jugo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Miguel