Crónicas de Europa. Parte 2
Paris en invierno y las flores.
Los inviernos parisinos son grises, nublados y cubiertos de una llovizna molesta que invita a quedarse en casita.
Este año fue una excepción. El tren siberiano arrasó Europa con una violencia frígida. Desde Europa Central (Praga-Budapest) hasta el tranquilo Paris, las heladas llegaron por unos días a embellecer unas Navidades ya alegres de por sí.
La nieve en París es traicionera, como en New York. Es infiel. LLega y se va. Al contrario de ciudades orientales como Budapest o Moscú donde se asienta como un parásito a la tierra y no la abandona hasta que el fuego solar de la primavera la destruye. En París todo es bello por unas horas, luego el horripilante y temido deshielo. El hielo quebradizo, las calles inundadas de charcos de agua, el lodo cuando se besan el agua fría y el polvo...en resumen, un desastre de magnitudes desconocidas (hasta ahora no tenemos escala Richter para calcularlo). Pero, París es una ciudad inolvidable solo comparable a New York, el otro monstruo urbano capaz de robarte el corazón...
Las flores no cesan de llegar a una ciudad helada, luego licuada, y siempre majestuosa como una dama imperial....
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